Reflexiones de un loco mundial...


El mundial de fútbol acaba, gracias dirán las señoras, luego ya de un mes de competencia. Tanto tiempo esperándolo y ya se va a acabar, dirán los amantes de la 'redonda'. Siguiendo la corriente de este deporte, su campeonato del mundo tampoco tuvo lógica. En estos tiempos de calendarios donde faltan días y sobran partidos, ya no se puede pedir que los 'grandes' sean campeones nada más porque sí. Aunque los románticos como quien escribe son muchos, la realidad es que la tecnocracia que rige a este deporte finalmente termina, indirectamente claro está, apuntando al futuro ganador.
Pero siendo honestos, son sólo siete juegos. No es una liga. No es un año. No es una temporada lo que está en juego. Siete juegos. Esa es la distancia entre la nada y un trofeo. Sabio consejo del padre de Diego Forlán, el capitán uruguayo. 'Cachavacha' ya está a dos.
Quienes vinimos buscando a Italia, campeona del mundo, nos encontramos con un entrenador que prefirió a un asilo para la defensa del título mientras los fuoriclasse se quedaban en la bota itálica comiendo algún gelato.
Terminó siendo Brasil quien acabara apropiándose del estilo azzurri y quien buscaba al estilo de juego brasileño encontró a España, aunque los ibéricos con una falta de efectividad fueron eficientes. Ganaron partidos con goles a cuentagotas no sin antes demostrar su supremacía en el campo a lo scratch. Con algo que se llamaba... Eh... Jogo bonito? Sí...
La garra sudamericana se llama ahora Uruguay que desempolvó los recuerdos filmados en blanco y negro para dibujarse a color. A costa de Ghana, el último superviviente nativo del mundial africano que, a pesar de su inexperiencia e ingenuidad, dejaron su nota sobresaliente en este torneo. El partido de cuartos entre estos dos conjuntos ya tiene un lugar en la historia de este evento.
Alemania copió el estilo de Holanda y viceversa. Sólo es posible reconocer a ambos conjuntos por sus prendas de juego. Ya tienen el derecho de pelear por el trono. Aunque Holanda, tiene una deuda con la historia. Lo curioso es que la salde con un equipo que en nada se asemeja a lo que marcó su gloria.
Decepciones? Todas las que usted quiera. Desde los candidatos del continente negro al desdén inglés. Lo de argentinos y brasileños se puede explicar como exceso de confianza. Brasil por lo aceitado de su máquina y Argentina por querer ganar los partidos a partir de épica y no de juego.
Estadounidenses, ghaneses, paraguayos, chilenos, japoneses... Sorpresas y de las gratas.
Este deporte necesita una revisión. Lo suscrito sobre las hojas perdidas de los calendarios internacionales y ahora las polémicas arbitrales. Lo padecieron ingleses y mexicanos. Uno con gol no validado a favor y otro con gol ilegal validado en contra respectivamente. Y en la mitad los árbitros. Alguien ha pensado siquiera que una terna, precisamente, se compone de tres hombres y, según la lógica matemática, tres casi siempre es menor que once? O que veintidós? Los hombres son humanos, pero también necesitan ayuda. Y dado el correr de nuestros tiempos y la tecnología que nace cada segundo, resulta tacaño no dar una mano.
Vinimos buscando a unos y encontramos a otros. Pero lo más curioso es que vinimos buscando a un balón y terminamos encontrando a un talibán. Sí. Responde al  nombre de Jabulani.

Comentarios