¿Qué tienen contra las 'vuvuzelas'?


En estos días del otoño-invierno en el hemisferio sur, se juega en Sudáfrica la Copa Confederaciones de fútbol. Este evento se juega como cita previa al Campeonato Mundial y reúne a los campeones orbitales de cada continente: Brasil (América), España (Europa), Egipto (África), Irak (Asia), Nueva Zelanda (Oceanía), Italia (Campeón del mundo) y Sudáfrica como anfitrión.
A pesar de la poca importancia que varios le hayan querido dar a esta competición, se han notado ciertos aspectos que permiten evaluar la capacidad organizativa y hospitalaria de la nación africana en un acontecimiento de tamañas proporciones como un Mundial de fútbol.
Uno de ellos, ha sido la presencia entre los hinchas locales de un extraño artefacto que ha causado la curiosidad de los tele-espectadores que más de una vez han dirigido su mirada a la calle para averiguar la presencia o no de algún camión. Se trata de una corneta alargada que produce un sonido peculiar (ensordecedor, dirán algunos) llamada vuvuzela. Su sonido, multiplicado por la gran cantidad de hinchas que la hacen sonar, ha mostrado un carnaval en las tribunas de los estadios sedes del torneo, a expensas del ruido y la molestia que generan.
Es por esta razón que la FIFA (organizadora de la Copa Confederaciones y del Mundial de fútbol), ha considerado la posibilidad de prohibir su ingreso para el próximo año cuando se de lugar la máxima cita balompédica.
Desconozco el motivo real de la prohibición. Pero, además de dar colorido y hacer del futuro Mundial una gran fiesta dándole el toque africano, ¿qué tienen contra las vuvuzelas?
Extraño un torneo lleno de color. En Italia '90 se veían muchísimas banderas en todos los estadios. El hincha siempre le dará particularidad a cualquier competición deportiva que genere grandes masas. Pero, no sería justo privar al Mundial del toque propio del país organizador dentro de las gradas.
Espero pacientemente la derogación de esta medida. Aunque si triunfa, que venga sustentada con sus respectivas mediciones auditivas.

Comentarios