"El fútbol es un juego que enfrenta a once contra once y en el que siempre gana Alemania."
Coraje, disciplina, organización, fuerza. El fútbol alemán nunca fue alegre, pero siempre fue eficaz. Prueba de ello son los tres campeonatos del mundo que ha obtenido la Mannschaft, su selección nacional. Desde el mundial disputado en Suiza, en 1954, nunca han dejado de asistir y siempre han alcanzado instancias importantes. Si bien, su afición siempre trató de aportar la alegría y la vistosidad que a su seleccionado le faltó, convirtiendo la grada en un Oktoberfest. Sin embargo, en la retina de los aficionados al fútbol quedarán grabados grandes equipos. El de 1990 con Matthaüs, Völler, Brehme, Klinsmann, Illgner bajo la batuta del siempre recordado Franz Beckenbauer, el mejor jugador en la historia del país y campeón del mundo como jugador en 1974.
Sudáfrica 2010, a punto de iniciar, tendrá la presencia de un equipo alemán bastante particular. Alemania contará con la selección más joven de su larga historia desde 1934. Además de ser bastante heterogéneo.
El equipo no escapó a la realidad de la sociedad de su país. La inmigración, la diversidad racial, han dejado su impronta en el equipo dotándole de factores no antes vistos. Hoy, hijos de inmigrantes turcos (Tasci, Ozil), bosnios (Marin), polacos (Podolski, Trochowski, Klose), ghaneses (Boateng), tunecinos (Khedira), nigerianos (Aogo) jugarán bajo la bandera de la nación que les acogió y aportarán velocidad y toque, lo que sumado a las ya citadas características inherentes a su fútbol, harán de Alemania una selección a tener en cuenta en el campeonato del mundo. Vale la pena citar también que contarán con un brasileño nacionalizado (Cacau). Esta mezcla multiétnica ya vista en otras naciones, propia de una publicidad de Benetton, nunca había tenido tanta notoriedad en los teutones sin que eso afecte a su estilo habitual de juego.
A tener en cuenta: La combinación entre Ozil y Marin, ya efectiva en el Werder Bremen, dará explosividad a su juego de ataque. La base del Bayern Munchen aporta músculo y organización liderados por el ahora capitán Philip Lahm.
Aunque no tenga muchas posibilidades en el once titular, Miroslav Klose es uno de los máximos goleadores de las Copas del Mundo con diez anotaciones. Está a cinco de Ronaldo, número uno en la lista con quince.
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